Vaya, vaya, vaya… Tú no le haces ascos a nada, ¿eh? Te da igual ocho que ochenta y te metes en todos los fregados, a qué sí. Te arrimarías al mismo diablo para ver si así te cae algo y le pones ojitos a los briefings de otros equipos porque te pone. Te excita más que el que ya tienes entre manos. Lo deseas y fantaseas con él. Nada te satisface porque siempre hay algo más atractivo circulando por la agencia. ¡Que fiera! Pero la realidad es que el que se mete en muchas camas no Acaba haciendo una buena faena en ninguna. Ya sabes: el que mucho abarca, poco aprieta. El que sí aprieta es San Publicito, que como no te pongas a rezarle ya, en el próximo festival vas a tener la libido por los suelos. Aquí te dejo tu plegaria.
“San Publicito, ardo en lujuria. Ponle fin a esta penuria y te prometo que ya nunca más me meto en el trabajo de los demás”